Su textura flexible se funde perfectamente con la piel, aportando un brillo nacarado que imita la luminosidad de la nieve recién caída.
Esculpe, resalta o ilumina los puntos altos del rostro con las yemas de los dedos o una brocha. Todo brillante y listo para hacer realidad su resplandor, en un hipnotizante empaque color menta.